¿Por qué se rompe el embrague?

Un embrague está compuesto de un disco, un platillo y una presión. El disco está conectado al motor, el platillo conectado a la transmisión. La presión ejerce fuerza sobre el disco para que gire junto con el motor. El disco y el platillo tienen una superficie rugosa que permite que se enganchen y se suelten uno del otro. El ajuste del embrague se logra a través de una palanca que está conectada al disco a través de un cable o una manguera de presión.

Cuando la palanca del embrague se acciona, el disco se aleja del platillo, lo que permite que los engranajes de la transmisión cambien de marcha. El disco y el platillo tienen una superficie rugosa que permite que se enganchen y se suelten uno del otro. El ajuste del embrague se logra a través de una palanca que está conectada al disco a través de un cable o una manguera de presión.

Si el disco y el platillo no están alineados correctamente, el disco se deslizará sobre el platillo y no habrá suficiente fricción para que el motor pueda transmitir su fuerza a la transmisión. Esto puede ocurrir si el disco está desgastado o si el ajuste del embrague no está correcto. Si el disco se desliza, se calienta y se expande, lo que aumenta la fricción y puede causar que se rompa el disco o el platillo. El ajuste del embrague debe verificarse periódicamente para asegurarse de que el disco y el platillo estén alineados correctamente.

Los embragues se rompen debido a la fricción excesiva entre las placas de metal. Esto puede ser causado por una mala alineación, una mala instalación, una mala lubricación o un desgaste excesivo.

Para evitar que se rompa el embrague, es importante realizar un buen mantenimiento. Esto incluye la alineación, la lubricación y el reemplazo de las piezas desgastadas.

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